La directora Alejandra Márquez Abella considera que una liberación implica vivir la vida con autonomía, alejada del yugo que nos impone la sociedad y de los cánones que el patriarcado ha traído consigo. Así lo asegura en una entrevista con El Sol de México, donde subraya que liberarse “consiste en detectar qué es lo que te duele, contemplarlo y resolverlo, a través de darle un lugar en el mundo y creo que es importante que lo hagamos”.
La también realizadora de “Las niñas bien” actualmente presenta una serie titulada “La liberación”, donde aborda esa y otras cuestiones relacionadas con el rol de las mujeres en la sociedad. La historia, protagonizada y producida por Ilse Salas, Cassandra Ciangherotti y Johanna Murillo, sigue a una periodista, una actriz y la asistente de un aclamado cineasta que unen fuerzas para evitar que se haga pública una acusación de acoso sexual contra el director de cine que unió sus caminos.
Esta misión las llevará hasta las puertas de un grupo feminista que las hará emprender un viaje hacia sus adentros: a una aldea medieval donde se representan sus heridas patriarcales.
Una idea en conjunto
El proyecto surgió tras finalizar el rodaje de la película “Las niñas bien”, donde las cuatro participaron, dentro de un contexto marcado por el movimiento “Me Too” que exhibió los abusos sexuales en Hollywood en el inicio de la pandemia. En una serie de charlas compartieron sus distintos puntos de vista sobre la situación que querían abordar. En su opinión, trabajos como este son una prueba de que la unidad puede lograr grandes cosas y alejarnos de la creencia de que las mujeres no pueden convivir.
“Esa es una propaganda para que no nos juntemos, porque cuando lo hacemos cobramos mucho poder, y empezamos a tener discusiones sobre las cosas, cuestionamientos sobre lo que el sistema impone, y ahí ya no conviene. Es una propaganda que se difunde para que ese poder se diluya”, consideró la actriz Johanna Murillo.
En la serie, Ilse Salas da vida a dos personajes simultáneos: la periodista y su hermana gemela, quien está casada con el cineasta acusado de abuso. La actriz señaló que actuando es como sientes mayor libertad, y estos personajes la ayudaron a reconocer su propia dualidad.
“Es muy difícil existir, pero tengo muy reconocidas esas dos caras mías, y a lo mejor como las reconozco y tengo sentido del humor conmigo misma, puedo abordarlas y transitarlas”, señaló. Actuar también significa atravesar las cosas que no nos gustan de una”.
Rodeado de mujeres
Diego Boneta es el encargado de interpretar al patriarcado, a través de siete personajes que aparecen en cada capítulo. El actor señaló que fue un honor para él ser parte de este proyecto.
Incluso confesó que al inicio estaba incrédulo de que lo hubieran seleccionado a él, pero una vez dentro se entregó a oír por completo las indicaciones de la directora.